martes, 20 de enero de 2009

Sexta crónica: III Mendoza-Córdoba-Salta

Salimos de Santiago por la noche con destino a Argentina. Además de las curvas, lo peor fue tener que bajarnos en el paso fronterizo del Cristo Redentor a las 3 de la madrugada para enseñar el pasaporte a unos guardias tan dormidos como nosotros. Tras una espectacular bajada nocturna por los Andes, llegamos a Mendoza al amanecer.

Mendoza es una ciudad amplia que cuenta con un sistema de acequias heredado de los nativos que permite a la ciudad vivir bajo la sombra de sicomoros. De no existir éstos, sería una ciudad desértica. Acampamos en las afueras y visitamos su agitado centro lleno de terrazas y comercios.

Los tres días siguientes recorrimos el Parque Nacional del Aconcagua. Entre paisajes lunares y valles antiguamente ocupados por glaciares ascendimos hasta el primer campamento base ubicado a 3.300 metros. Nos aclimatamos junto a otras expediciones que albergaban objetivos más ambiciosos, como coronar el Aconcagua, cerro más alto de América que roza los 7.000 metros. Para aclimatarnos, la doctora del campamento nos recomendó beber mucho líquido, 5 litros al día. Seguimos su consejo, pero con el remedio vino la enfermedad: el agua que abastecía al campamento contenía una elevada concentración en magnesio, lo que hizo que acabáramos aclimatados, sí, pero descompuestos. Con todo, nuestra primera incursión a la alta montaña resultó muy gratificante. En la entrada al parque coincidimos con una pareja vecina de Castro que estaba recorriendo Sudamérica en bici. A nuestro regreso a Mendoza visitamos el puente del Inca, una formación natural de tonos amarillos por su contenido en azufre, que aprovechaban los Incas para atravesar la cordillera andina, y también observamos los extensos viñedos del famoso malbec. Desde ahí proseguimos nuestra ruta hacia la ciudad universitaria de Córdoba para celebrar la Nochevieja.

En Córdoba nos alojamos en un hostal cercano a la manzana jesuítica, visitamos su centro colonial y nos preparamos para celebrar por partida doble la llegada del 2009. Como el hostal disponía de televisión, ese día tiramos la casa por la ventana, seguimos las campanadas en España comiendo las uvas y acordándonos de la familia y los amigos. Llegó la medianoche argentina, comenzaron a oírse los fuegos artificiales y salimos a celebrar el Año Nuevo con los cordobeses, famosos por su desparpajo. Los bares empezaron a llenarse a las 2 y a las 4 un chaparrón nos devolvió al hostal, quedándonos este año sin churros con chocolate. A la mañana siguiente, mientras desayunábamos dormidos, una noticia del telediario nos terminó de despertar: esa noche, además de los típicos casos de quemaduras, se habían atendido en Argentina a 25 personas con heridas en los ojos por descorches de botellas de champán y explosión de botellas al sacarlas del congelador. ¡Viva la Argentina!

Por la noche pusimos rumbo hacia el norte. Tras un viaje movidito, en el que parecía que el gigantesco bus iba a volcar con cada bache, llegamos a San Miguel de Tucumán, ciudad que recorrimos en medio de un aguacero. Antes de proseguir la ruta, conseguimos inundar uno de los baños de la estación (el tema baños en el viaje merecería una crónica aparte).

Desde Tucumán el paisaje fue cambiando de los amplios cultivos de caña, pasando por una quebrada (garganta) de clima subtropical hasta llegar a Tafí del Valle, un lindo y pequeño pueblo lleno de estudiantes bonareños de vacaciones, que es conocido por sus artesanías indígenas y su queso. Acampamos y por la mañana continuamos hasta Cafayate por el Valle Calchaquí atravesando la Quebrada de las Conchas, un recorrido por formaciones naturales de color rojizo moldeadas por el viento. Ese día llegamos a Salta, ciudad donde recibiríamos nuestra primera y esperada visita: Mari Cruz y Fernando, los padres de María.

Hasta la próxima.
Un abrazo muy fuerte a todos los que llegan hasta aquí, y a los que no también.

David y María

3 comentarios:

Paips dijo...

Como siempre, agradeceros la continuidad de este nuestro viaje comunitario.

Me alegro de q todo os siga bonito. Muy grande la noche vieja allá, y cuidadín con las botellas de champán!!! ja ja ja

Lo más impresionante son las fotos!! Muy pero q muy chula, eso si q da envidia! Gracias a ellas tenemos una idea de donde os meteis, la gente y sobre tdo los paraisos por donde pasais!

Indicar q la foto de Maria de minera se lleva la palma. Aunq casi me da un shock al ver al Ryan con barba y como una silfide!!! je je je

Un besazo.

Pura vida

Marivan dijo...

un fuerte abrazo a todo el pueblo boliviano, parabenes y si el blog como sea posible hacer una visita a mi sitio web y escuchar la radio, jugar a algunos elogios en el idioma español, gracias a un blogger brasileño, Marivan.

David y María dijo...

Paips,

Con mucho retraso, pero bueno...a veces no es facil compaginarlo todo, aunque nos esforzaremos por mantenerlo más actualizado que hasta la fecha para que los tiempos coincidan. Me quite la barba para la visita de mi familia, pero ahora he vuelto, es mucho má cómoda..!!jejeje
Cuidate y estamos en contacto!