Paisajes semidesérticos
Refugios de pastores
Entramos en la provincia de Fars, cuna de la civilización persa, llegamos al pueblo de Forg y, guiados por la policía, acabamos durmiendo en el único restaurante del pueblo. En nuestro paso por Irán la policía, por lo general, se ha preocupado siempre porque estuviéramos bien. No diría sin embargo lo mismo un iraní de a pie que, en general, prefiere mantenerse alejado de ella.
Por la tarde-noche nos invitaron a participar en la clase de inglés de la academia del pueblo. Ahí conocimos a Majid, un joven profesor que se convertiría en nuestro siguiente anfitrión.
Alumnas de inglés
En las clases de inglés los temas de conversación se repetían: nuestra opinión acerca de Irán, la mujer occidental y el fútbol. El primero es un tema que preocupa mucho a la sociedad iraní. Irán padece un serio problema de mala imagen en el exterior que contrasta con el Irán del día a día: gente amable, pacifica y personalidad propia. Nos contaba Majid que Irán está condenada a vivir en el aislamiento. A pesar de estar prohibido, la mayoría de familias que conocimos, incluso las partidarias del régimen, esconden una parabólica en sus hogares que les permite acceder a más de 2.000 canales de TV, luego saben lo que se dice de Irán. En la cena, Ali nos contó que había sido basiji, voluntario durante la guerra que enfrentó a Irak e Irán. En 1980, Sadam Hussein, aprovechando la debilidad militar iraní tras la revolución, se propuso saciar sus ansias imperialistas y lanzó una invasión contra su vecino. Una guerra, según muchos, impuesta que dejó a muchas familias diezmadas. A la entrada de todos los pueblos por los que pasábamos se veían las fotos de los mártires locales. Poco antes de despedirnos, un amigo de Alí nos enseñó en sus propias carnes las secuelas del armamento químico utilizado durante los 8 años que duró la contienda.
A pesar de la lluvia y el viento salimos en dirección a Darab, a escasos 20 km. Teníamos intención de parar un rato para estar con Majid, pero éste nos lió y acabamos conociendo sitios muy interesantes de los alrededores:
Antiguo templo de fuego de la religion anterior al Islam existente en Iran: el Zoroastrismo
Durante la visita nos expresó un sentimiento bastante común en Irán: se identifican con la cultura persa y no perdonan la invasión árabe, a pesar de que abrazaran el islam. Al día siguiente pusimos rumbo a Fasa en una etapa larga y con bastante viento en contra, un elemento que no conocíamos hasta la fecha y que nos acompañaría hasta la misma frontera de salida. Llegamos a Fasa tan cansados que rechazamos la invitación de una familia que insistió hasta la saciedad en que fuéramos sus huéspedes. En el camino entre Fasa y Sarvestan los coches seguían parándose para darnos fruta, frutos secos, saciar su curiosidad o simplemente saber si necesitábamos algo.
Irani posando con su Paykan, coche típico en Irán (consume 12L los 100kms)
En Fars vimos la pasion por el entrenamiento de palomas de carreras
Cayó la tarde y pedimos permiso en un restaurante para poner la tienda. Los dueños nos acogieron encantados. Llamaron a sus hijos que vinieron a conocernos. Uno de ellos nos llevó de gira por la ciudad a conocer una mezquita y, luego, nos presentó a su familia, mucho más liberal que las conocidas hasta la fecha. Las mujeres llevaban el pañuelo por la mitad de la cabeza y no eran tan solemnes como otras. Una visita que iba a durar muy poco, ya que al anfitrión se le escapó la mano al guiar a María al baño. Un pequeño pellizco que hizo que nos levantáramos y despidiéramos de toda la familia, que preparaba la cena para sus invitados, y no entendía nuestro repentino cambio de parecer. Nos fuimos enfadados y con el estomago vacío. Resulta contradictorio que los hombres no puedan estrechar la mano a una mujer en publico, pero que algunos osen a tocar el culo a las occidentales al menor descuido.
Al día siguiente alcanzamos Shiraz. Nos recibió con trafico muy denso, el cielo gris y árboles desnudos. Encontramos un hotel barato en el centro.
Vista sobre Shiraz
Llegábamos a Shiraz con ilusión, pues habíamos oído que era la ciudad de poetas como Hafez y Saadi, de los parques donde los enamorados se juntan a escondidas y de una Irán más abierta de miras. Una imagen muy diferente a nuestra experiencia inicial.
Mientras visitábamos el parque Eram en medio de un aguacero, Alí Baba se metía en nuestra habitación y se embolsaba 600 euros en rieles y una colonia que nos habían regalado en Omán.
Parque Eram:lugar preferido de los enamorados shirazis y antigua residencia del Shah
Quisimos ser precavidos y no llevar todo el dinero encima, cometiendo el segundo gran error en Irán. Acudimos a la oficina de Turismo para denunciar el robo a la policía. Para cuando volvimos al hotel, dos policías tomaban declaración a uno de los dueños del hotel que jugaba nervioso con el rosario. No conseguíamos comunicarnos y optamos por recurrir a Majid que estaba en Shiraz. Esta vez venía acompañado de su amigo Mohamad. Al principio los del hotel echaron la culpa a unos afganos que se habían alojado la noche anterior. Algo muy improbable, pues habíamos entregado la llave en recepción y no había indicios de que hubieran forzado la cerradura. Tras media hora de "investigación", concluyeron que el ladrón era un tal Hassan, recepcionista con antecedentes que se había dado a la fuga.Fuimos conducidos a una sala donde continuaron las "pesquisas". Mohammad relató a la policía como un conocido suyo al que un carterista había desplumado en Madrid había recuperado todo su dinero, omitiendo que el dinero fue reembolsado por la empresa con la que estaba negociando... Mohammad es un empresario que goza de un elevado estatus social. Algo que hizo cambiar el enfoque de los policías. Ahí, nos dimos cuenta de la importancia de la posición social en Irán. Se hizo el silencio y Majid nos preguntó cuánto queríamos que se nos devolviera. Pensamos en un tercio, pues, de alguna forma, nos daba pena el dueño, que parecía muy afectado; pero Majid insistió en bajines que pidiéramos la mitad. Así lo hicimos y un minuto después nos hacían entrega de un fajo de rieles mientras los dueños se deshacían en un mar de disculpas.
Cenando con la familia de Majid y con Mohamad y Mariam (a la dcha)
Los siguientes tres días los pasamos en casa de Mohammad y Mariam y aprovechamos para pasear por la ciudad y prepararnos para el frío que decían nos aguardaba más al norte. El último día pudimos conocer la ciudad guiados por el cuñado de Majid que nos llevo a ver las tumbas de los dos grandes poetas persas, Saadi y Hafez.
A modo de despedida Mohamad se levantó a las 6 para comprar el desayuno: kaleh pacheh,sopa de cabeza y pata de cordero. Llenos de energía pusimos rumbo a nuestro siguiente destino: Isfahan.
Un abrazo,
David y María
3 comentarios:
David! María! Pero... pero... yo no tenía ni idea de que estábais literalmente dando la vuelta al mundo... Hoy he tropezado de casualidad, FB-mediante, con este genial blog vuestro! Yo alucino: sois la monda! XDDDD!!!! A partir de ahora os seguiré con mucho interés.
Un abrazo fuerte,
Isabella Tonon
Mile grazie Isabella!! Que ilusion que te haya gustado. Esta un poco atrasado, pero ahi estamos. El otro dia vi una foto del equipo de Etymon, tambien FB-mediante, y me alegre mucho de veros tan bien! Cuando lleguemos, ya me pasare!
By the way, tu querida madre tierra esta en nuestra ruta, asi que ya te escribiremos para pedire consejos.Cannot wait,
Besos desde Aleppo
David
Vale: ya veo que dejáis lo más peligroso para el final... jejejejeejeje.... Aquí estoy a disposición para cualquier información necesites...
Saludos,
Isabella
Publicar un comentario