lunes, 1 de marzo de 2010

Crónica 31: Entrando en Irán

Salam! La última crónica finalizaba embarcando en el Hormuz 14, ferry que conecta las ciudades de Sharjah (Emiratos Arabes) y Bandar Abbas (Irán) atravesando el estrecho de Hormuz en el Golfo Pérsico. El trayecto de 8 horas iba a servirnos de curso intensivo sobre Irán. Mientras esperábamos a que zarpara, María no pudo con las miradas inquisidoras de algunas mujeres que circulaban por el barco y tras el aviso de uno de los tripulantes fue al baño a cumplir con la ley islámica del "hejab" instaurada tras la Revolución Islámica en 1979 que lideró Jomeini. El "hejab" obliga a las mujeres a taparse completamente vistiendo con ropa holgada siguiendo lo dispuesto en el Corán.

Visado de María

El visado lo dice todo. También aprendimos lo que es el "tarof" cuando David fue a comprar dos chais (tés) al bar. Al pagar, el tendero repuso -No es nada, invito yo-. Al principio David dudó, pero esta parte sí la habíamos leído en la guía, y el tendero sí espera ser pagado. David insistió y el tendero le indicó el precio. Se trata de un juego social de buenas maneras aplicadas a muchos ámbitos. Las invitaciones tienen que ser repetidas más de tres veces para que sean sinceras. Minutos después, otro ejemplo, el tendero nos ofreció el camarote del capitán para pasar la noche. Nos lo ofreció una vez, declinamos, la segunda , declinamos y dijo -vale-.¡Uiii! ¡Por poco! Eso sí, cuando se enteró de nuestra procedencia, enseguida nos lió para que por la mañana preparáramos unas tortillas de patata para los 14 tripulantes. El mismo tendero, que decía manejar más que el capitán, se ofreció a cambiarnos los dirham a rieles. Le dimos los pocos dirham que teníamos ante su sorpresa y nos dio rieles. Acto seguido vino otro tripulante a decirnos que tuviéramos cuidado en Irán, pués había mucho "Ali Baba". No sabíamos entonces la razón que iba a tener el mecánico. Cuatro horas de larga espera sin poder escaparnos al cajero más cercano y el barco empezó a moverse. Cena y a buscar postura en las incómodas y carcomidas butacas para pasar la noche. Con los primeros rayos del alba vino el tendero a recordarnos la tortilla de patatas para 14 y como premio nos enseñaron el puente de mandos a pocas millas de Bandar Abbas.

Preparando unas tortillas para la tripulacion del ferry

Estrecho de Hormuz, Iran al fondo, desde el puente de mandos

Desembarcamos los últimos y pasamos a las dependencias de inmigración. En la sala de espera vimos las primeras fotos de la inseparable pareja de Jomeini y Jameneí (el primero, líder de la revolución y el segundo, su sucesor) que se repetirían hasta la saciedad en nuestro paso por Irán. Mientras esperábamos nuestro turno, nos debatíamos si mentir a cerca de nuestro estado civil, ya que en Irán "vivir en pecado" no es que esté mal visto, sino que sencillamente es ilegal.

Puerto de Bandar Abbas

Entregamos nuestros pasaportes a una mujer vestida con un chador negro, una especie de bata que sólo deja la cara y las manos al descubierto y tras revisarlos llamó a su superior. Este se acercó presuroso y con la ayuda de su asistente que hablaba un poco de inglés comenzó un interrogatorio que acabó en la pregunta sobre nuestro estado civil. Decidimos no mentir, al menos a la policía, y nuestra respuesta hizo callar a los cuatro agentes de inmigración que atendían con educación. Pasó el ángel y con una sonrisa hicieron como que entendían que estábamos casados. El jefe asintió con la cabeza y la funcionaria nos puso el sello de entrada. Rescatamos nuestras bicis mientras los iraníes abrazaban y besaban a sus seres queridos. La familia es una institución fundamental en la sociedad iraní y suele mantenerse muy unida, de ahí que en las despedidas y llegadas acudan casi todos sus miembros. Lo primero que hicimos al pasar la aduana fue probar suerte en el nuevísimo cajero del vestíbulo del puerto. Nuestros miedos se confirmaron. Mastercard y visa no funcionan en Irán. Salimos hacia Bandar Abbas pasando por zonas ocupadas por recintos militares. A David no se le ocurrió mejor idea que sacar alguna foto inocente. Al de dos minutos una patrulla con dos guardias uniformados de negro nos mandaba parar y solicitaba ver las fotos. Mandaron borrar alguna y tras tener el visto bueno de la central nos dieron luz verde para continuar. (De esto no tenemos foto...)

No sería la última vez que nos pararan. Entramos en Bandar Abbas, una ciudad sin mucho encanto pero con mucha vida que discurre sobre tres calles paralelas, y fuimos al banco central a intentar sacar dinero. Nada, imposible. Ellos no tenían problema en recibir una transferencia del exterior, pero dudaban de que fuera a funcionar. Muy desanimados, nos pusimos a buscar hoteles baratos. Otra vez, nada. De los seis que miramos, todos estaban llenos; no nos quedó más remedio que ir a uno que cobraba 30 euros la noche, pues preferimos no acampar ya que María estaba acatarrada.

Acampando en el parque junto a otros locales

Al día siguiente contactamos con la BBK para ver si podía transferir dinero a un banco o a un particular en Irán. Mientras tanto dejamos el hotel y buscamos un lugar para acampar pues teníamos el dinero justo para volver a Sharjah en barco. Esta era nuestra última opción pues suponía perder el difícil visado iraní . Al caer la tarde y antes de llegar al parque nos llegaron las malas noticias de Bilbao. A pesar de desplegar todos sus medios, Irán está, desde el punto de vista financiero, herméticamente cerrado. Gracias Tomás por la ayuda. Dimos media vuelta y salimos en busca de la agencia que vende los billetes del ferry en el que habíamos llegado. De camino aún albergábamos la esperanza de encontrar una solución. Cuando preguntábamos a los viandantes por direcciones, algunos aprovechaban para practicar su inglés y recomendarnos sitios de interés en Irán, ante nuestra evidente cara de desesperación. Tras pasar por varios sitios, la solución vino del manager del único cinco estrellas de la ciudad. Hizo un par de llamadas y nos envió a un cambista, que a su vez nos remitió a otro que conseguía dinero a traves de Dubai con Western Union . Madre no hay más que una y, a pesar de ser una ferviente opositora a nuestro paso por Irán, la madre de David nos hizo el envío del efectivo que tardaría dos días en llegar. Gracias Pepi.

Con familia irani
A la salida de la oficina de cambio conocimos a dos refugiados afganos que querían practicar su inglés. El inmigrante afgano, nos contaban, es tratado como un ciudadano de tercera clase en Irán. Encuentran trabas por todos los lados, son victimas de un constante rechazo social y sirven de cabeza de turco para explicar los males del país como comprobaríamos más adelante. Acampamos en el parque que nos recomendaron. Era jueves y estaba abarrotado de familias haciendo picnics, jóvenes fumando pipas de agua y equipos de amigos jugando a fútbol. Veíamos Irán con otros ojos y a poco de instalarnos se nos acercó un señor con un plato de ash, deliciosa y nutritiva sopa gorda típica que hemos perseguido por todo Irán.
Deliciosa ash

Luego nos invitó a unirnos a su sofreh -mantel colocado sobre el suelo que utilizan para comer- junto a su familia. El era un feroz partidario de la posición al régimen de Ahmadinejad, presidente del país subordinado al líder clerical Jamenei, que nos contaba como Irán es un país mayoritariamente secular con una religión impuesta. El padre, menos idealista, nos miraba y decía estar preocupado por el frío que nos esperaba en el norte.

Atardecer en Bandar Abbas

Dormimos tranquilos y al día siguiente, viernes -festivo musulmán, pasamos el día siendo objeto de la generosa hospitalidad que caracteriza a los iranies y conocimos a varias familias que se acercaban para traernos todo tipo de comida.

Familia irani sentada al sofreh, autenticos campeones del picnic

Llegó el domingo y el dinero. Comimos y salimos de camino a Shiraz por una ruta de carretera secundaria. Cuando llevábamos 30 km un coche nos adelantó y paró. De él salió un hombre que nos imploró que cogiéramos otra ruta; que había tenido una premoción al vernos, decía que nos iba a pasar algo malo y que Ala le había enviado de mensajero. Quizás no hubiera pasado nada pero preferimos hacerle caso y regresar a Bandar Abbas, esta vez al hotel ya que al día siguiente era el cumpleaños de María. Sin duda, la entrada a Irán no fue fácil y ha sido el país al que mas nos ha costado tomarle el pulso.
Aprendiendo nuestras primeras palabras de persa y tomando nota de la receta del ash

Un fuerte abrazo,

David y María

3 comentarios:

Olatz dijo...

Kaixo bikote !!!
Que bien tener otro post para disfrutar y repasar la geografía en el mapamundi desde casa.
Poco a poco os estais acercando al viejo continente, cual es vuestro siguiente país?
Y una curiosidad nos intriga… cruzaréis Turquía o entraréis a Europa por el norte de los rusos… ?

Y ya puestos a elegir el camino de vuelta (como si de un juego de rol se tratara)… os doy una idea… una vez pasada Turquía, pasar a Bulgaria y Rumania y subir el cauce del Danubio, pero no a nado. De este "bidegorri" ya tenemos información. Es llano y poco a poco, cruzaréis Rumania, Serbia, Croacia, Hungría, Slovenia, Austria y Alemania… y os plantáis en casa.

Hasta el próximo capítulo, que este ya me lo he inventado yo.
Y mucha suerte por el paso de Irán.

un besazo y abrazos

olatz e ibon

Anónimo dijo...

Aupa pareja de dos,
no me prodigo mucho por estos comentarios pero os sigo de cerca. Este finde nos vamos a Soria, algunos de los sorianos y familiares: Cris y su señor esposo Dudu, Olatz e Ibon (sorianos de pro), Jagoba, Berta y yo. Hemos cogido una casita a ver si llegamos porque se espera otra nevada de escándalo. Ya se verá. El 25 de junio es viernes! Solo se os podía ocurrir a vosotros, claro...
Mosu bana,
Nahia.

David y María dijo...

Gracias por los comentarios.
De Turquıa, nos vamos hacia el Sur,asi que el Danubıo lo dejaremos para la proxima. Ya hemos leıdo que es una gozada!
Imagino que estareis de preparativos o de camino a Soria.
No os olvideıs las bolsas de agua para los pies! Ya me enviareis la foto del munıeco de nıeve! Nahia,conseguır un sıtıo un sabado a estar alturas es como buscar unos esquıes en casa!
Pasadlo muy bıen!
No le dejaras a Berta en el coche con el pedazo frıo que hace?
Muxus a tuttı
Davıd